La casa principal o "sala grande" data del siglo XVIII y su arquitectura responde a las típicas casas construidas por los grandes terratenientes de la época. La misma se encuentra rodeando un patio interno, el cual conserva un antiguo Aguaribay en su centro.
Ambos comedores, la biblioteca y la sala de estar cuentan con sus propios hogares a leña. A su vez, dos asadores, uno interno y otro externo se encuentran disponibles para su uso.
Las habitaciones se encuentran rodeadas por amplios porches, las cuales ofrecen sombra y la posibilidad de almorzar y/o cenar al aire libre.
El interior de la estancia se presenta como testimonio del crisol cultural que caracteriza a la región. En un entorno colonial convive el arte indígena junto a pinturas del norte de Europa y a retratos de las antiguas familias de los condes de Limburg Stirum, actual propietario.
Desde la estancia, los huéspedes cuentan con una vista panorámica magnífica, tanto del campo como de las altas montañas cubiertas de nieve ¡Algunas de más de seis mil metros de altura!
Por las noches, la contaminación lumínica del mundo moderno es reemplazada por los cielos estrellados, destacándose el brillo de la Vía Láctea y la Cruz del Sur.